El sol centelleaba sobre las olas y su danza matutina sobre el océano Índico despertaba a los dodos de su despreocupado letargo. Trastabillando ebrios por el suelo del bosque, se daban un festín de fruta demasiado madura que dejaba caer para ellos la exuberante isla paradisíaca que los alimentaba. Durante generaciones, la ausencia de depredadores y la abundancia de las costas los sumieron en un estado de complacencia tal que sus alas se volvieron ociosas y perdieron el vuelo, incluso la memoria. Al final, la evolución les traicionaría, pero mientras duró, los dodos disfrutaron de una existencia marcada por la facilidad y la comodidad.

En Zoologist Dodo, notas de jaca y bergamota bordean un sinuoso sendero salpicado de cúrcuma aromática y pimienta rosa. Aventúrate por él hasta el corazón de un bosque isleño donde emergen notas de lirio empolvado bajo un popurrí de lavanda, geranio y flor de azahar. Calmado por las reconfortantes flores, pronto te rendirás, hundiéndote en la marga donde la tonka amaderada y el sándalo brotan de una base terrosa de pachulí y vetiver.